martes, 18 de junio de 2013

Capítulo 19 [PARTE 1/2]



Narra Alex. 
 
El sonido de la alarma de mi móvil me despertó. Mierda, las nueve y media. Debía estar en la academia a las 11, pero antes debía comprar algunas cosas necesarias, preparar la guitarra y coger los papeles de la beca para la admisión en la escuela de música. La Tech Music School Londinense me esperaba.
Cepillé mis dientes a la velocidad de la luz, desenredé los nudos de mi cabello y volví de nuevo a mi habitación a escoger la ropa. Me decanté por unos simples jeans rasgados con una camiseta de los Ramones. Calcé mis converse negras desgastadas y corrí hacia la cocina. Una sonriente Nicole me miraba sonriendo con una taza y dos cruasanes en una bandeja, a su lado, en la encimera.

-¿Para mí? –Pregunté con la  respiración aún agitada.

-Sí. ¿Ves que buena soy a veces? –Empezó a pestañear rápido, poniendo una sonrisa de inocente.

-¿Quieres algo a cambio o solo es una muestra de cariño mañanera? –Pregunté riendo.

-Nada de eso, es que no daba dormido, y como me aburría te preparé el desayuno.

-¿Tengo que darte las gracias? –Solté una carcajada mientras empezaba a comer el cruasán.

-Claro.

-Ah, pues entonces gracias. –Dije seca, pero a los diez segundos empezamos a reír.

Después de recoger y despedirme de Nicole y Abie, la cual se levantaba ahora, salí por la puerta para coger un taxi. Después de una media hora de trayecto, por fin llegamos al edificio de la Tech Music School. Al entrar en recepción, un chico de unos veintisiete años me miró sonriente, mientras organizaba papeles de su mesa.

-Bienvenida a Tech Music School. –Dijo desde detrás del mostrador. -¿Puedo ayudarla en algo?

-Soy Alexandra Fernández, vengo desde Dallas, Texas, con una beca. –Contesté, sacando todos los papeles con el certificado de la beca.

-¡Oh! Por supuesto, ya me olvidaba que hoy llegaba usted. Bueno, déjeme meter todos sus datos. Mientras siéntese en los sillones de allí, cuando acabe la avisaré. –Asentí dejando todos los documentos sobre su mesa, para después acomodarme en los sillones negros en una especie de salita de espera.

Mientras esperaba cogí mi móvil. Mi twitter estaba lleno de menciones sobre mi relación con Harry, si éramos novios o solo amigos, y demás. Me sorprendieron algunas chicas que me insultaban, muchas quizá. ¿Por qué me juzgan si ni me conocen? Duele.

-Bienvenida a la Tech Music School. –Dijo el chico de antes, provocando que levantara la cabeza. 
-¿En qué puedo ayudarla? –Le preguntó a una chica de pelo corto y reflejos rojos, algo bajita, que cargaba una cantidad de papeles parecida a la mía de antes.

-Me llamo Harriet Mallette, vengo desde Ottawa, Canadá, con una beca. –Dijo casi en susurro, repitiendo la misma acción que yo de dejar los papeles sobre la mesa.

-Perfecto. Bueno, mientras hago todo el papeleo, puedes sentarte allí, junto a aquella chica. –Hizo un gesto con su cabeza hacia mi dirección, para que la chica se fijase en mi presencia. Asintió con la cabeza para luego sentarse un poco alejada de mí, cogiendo también el móvil.

-Desde Ottawa, entonces. –Dije, intentando capturar su atención.

-Sí. –Sonrió tímida.

-Me llamo Alexandra, pero puedes llamarme Lexie o Alex. –Le sonreí, extrendiendo mi mano como saludo. –Vengo desde Dallas, Texas.

-Encantada Alex, yo soy Harriet. –Asentí.

-¿Qué cursos vas a hacer?

-Vocales, piano y composición, ¿tú?

-Vocales, composición y guitarra. Espero que coincidamos en las mismas clases. Así conoceré a alguien de aquí.

-¿Conoces a alguien aquí en Londres?

-Sí, ya hice un par de amigas aquí, mi compañera de piso y… -¡One Direction! No Alex, no. -…unos amigos que hicimos en una fiesta. ¿Y tú?

-Em… -Pareció dudar. –No.

-No pareces muy segura. –Reí. Al ver que se tensaba su cuerpo, decidí calmarla. –Es broma tonta, nos acabamos de conocer, no te voy a pedir que me cuentes toda tu vida. –Reí, y ella conmigo. –Si te apetece, un día de estos te presento a mis amigas, así ya no estarás tan sola.

-Me encantaría. –Sonrió. -¿Y cuántos años tienes?

-Diecinueve. ¿Tú?

-Dieciocho. –Suspiró. –Vaya, siempre me toca ser la pequeña. –Reímos.

-Señoritas, el papeleo está listo. –Dijo divertido el chico desde detrás del mostrador. Nos levantamos de nuestros asientos para dirigirnos hacia el chico. –En quince minutos empieza la clase de canto, en la cual coincidís las dos. Dirigíos al estudio 106, allí os estará esperando la profesora Melinda. –Nos sonrió. –Cualquier problema, venid aquí. Me llamo Mike.

-Encantada Mike. –Dijimos Harriet y yo al unísono. Reímos por la coincidencia y empezamos a investigar los largos pasillos con fotos colgadas en ellos. Había algunas fotos con famosos como Adele, Olly Murs, Rita Ora…

Realmente me encantaba este sitio.

“Estudio 106”. La puerta estaba abierta, dejando ver un pequeño escenario con sillas alrededor de este. Como el típico salón de actos del instituto.

-¡Bienvenidas! –Nos sorprendió la voz de una mujer joven desde una esquina del escenario. –¿Sois alumnas?

-Me llamo Alex Fernández. Y ella es Harriet. –Contesté por ella, al ver que no iba a abrir la boca. 
–Nos inscribimos en clases vocales. Mike, el recepcionista nos dijo que viniéramos aquí.

-¡Perfecto! Más alumnos. –Dijo eufórica. –Yo soy Melinda, pero podéis llamarme Mel. Subid aquí, por favor. –Nos indicó señalando el pequeño escenario. –Chicas, estes serán vuestros futuros compañeros. –Nos indicó señalando al pequeño grupo de unas cinco personas allí. Estas aplaudieron, algunos haciendo el tonto. –Sentaos por favor en uno de los asientos. Ahora pasaré lista, luego hablaremos un poco de la programación del curso para explicarle a las dos alumnas nuevas y listo. Os dejaré el tiempo que sobre para poder conversar o hacer lo que queráis.



Narra Harriet.

Desperté cinco minutos antes de que mi alarma sonase. Ayer, la “cita” o lo que quiera que hubiese sido eso con Niall había estado genial. Paseamos hasta Oxford Circus, donde entramos en la M&M’s World. Niall me compró un peluche del logo de M&M, según él para que lo perdonase por llegar tarde. Amablemente me pagó el viaje de vuelta a casa en taxi, también como perdón por su retraso.

Después de ducharme me vestí con un sencillo vestido azul marino de manga larga, con escote en “V”, ajustado en el pecho, que caía en vuelo hasta la parte alta de mis muslos. Calcé mis Vans marrones, cogí mi bandolera de cuero con todos los papeles de la beca junto la tarjeta del metro y salí de casa.

Unas cuantas paradas de metro después, y cinco minutos caminando, ya estaba delante de la Tech Music School. Al entrar en el hall, me acerqué hacia el chico de unos veintisiete años sentado detrás del mostrados, organizando unos papeles. Levantó la vista cuando la puerta se cerró del todo para dedicarme una sincera sonrisa. 

-Bienvenida a la Tech Music School. ¿En qué puedo ayudarla?

-Me llamo Harriet Mallette, vengo desde Ottawa, Canadá, con una beca. –Susurré. A veces odiaba mucho mi timidez. Dejé los papeles de la beca junto a la mesa, al lado de todo el montón de folios junto al ordenador.

-Perfecto. Bueno, mientras hago todo el papeleo, puedes sentarte allí, junto a aquella chica. –Con la cabeza señaló a una chica rubia, de ojos azules, más o menos de mi edad, que nos miraba atentamente. Me acerqué junto a ella, un metro más alejada de ella aproximadamente, fingiendo estar entretenida con mi móvil.

-Desde Ottawa, entonces. –Dijo mi compañera de asiento.

-Sí. –Sonreí tímida.

-Me llamo Alexandra, pero puedes llamarme Lexie o Alex. –Me dedicó una sincera sonrisa, mientras extendía su mano como saludo. –Vengo desde Dallas, Texas.

 -Encantada Alex, yo soy Harriet. –Movió la cabeza en señal de afirmación, sin eliminar esa sonrisa de la cara. 

-¿Qué cursos vas a hacer?

-Vocales, piano y composición, ¿tú?

-Vocales, composición y guitarra. Espero que coincidamos en las mismas clases. Así conoceré a alguien de aquí de la academia.

-¿Conoces a alguien aquí en Londres?

-Sí, ya hice un par de amigas aquí, mi compañera de piso y… -Pareció meditar unos segundos lo que iba a decir. -…unos amigos que hicimos en una fiesta. ¿Y tú?

-Em… -¿Conoces a Niall Horan, de One Direction? ¡Pues me he estado viendo con él estas tardes! No Harriet, mal. –No.

-No pareces muy segura. –Rio. Me tensé un poco, ¿y si descubre que conozco a Niall Horan, y es directioner, y me pide que se lo presente? Niall pensaría que solo me interesa su fama. Entonces adiós Niall, y hola soledad. –Es broma tonta, nos acabamos de conocer, no te voy a pedir que me cuentes toda tu vida. –Dijo en un intento de calmarme. –Si te apetece, un día de estos te presento a mis amigas, así ya no estarás tan sola.

-Me encantaría. –Sonreí. -¿Y cuántos años tienes?

-Diecinueve. ¿Tú?

-Dieciocho. –Suspiré. –Vaya, siempre me toca ser la pequeña. –De mi grupo de amigas, siempre era la más pequeña. Al nacer en diciembre, es lo que tocaba.

-Señoritas, el papeleo está listo. –Dijo divertido el chico desde detrás del mostrador. Nos levantamos de nuestros asientos para dirigirnos hacia el chico. –En quince minutos empieza la clase de canto, en la cual coincidís las dos. Dirigíos al estudio 106, allí os estará esperando la profesora Melinda. –Nos sonrió. –Cualquier problema, venid aquí. Me llamo Mike.

-Encantada Mike. –Dijimos Alex y yo al unísono. Reímos por la coincidencia y empezamos a 
investigar los largos pasillos con fotos colgadas en ellos. Vi una foto en la que salían Olly Murs junto a un grupo de alumnos. Fangirleé un poco, ya que a Olly siempre lo llevaría en mi corazón.

“Estudio 106”. La puerta estaba abierta, dejando ver un pequeño escenario con sillas alrededor de este. Como el típico salón de actos del instituto.

-¡Bienvenidas! –Nos sorprendió la voz de una mujer joven desde una esquina del escenario. –¿Sois alumnas?

-Me llamo Alex Fernández. Y ella es Harriet. –Habló Alex por mí, al ver que yo no abría la boca. –Nos inscribimos en clases vocales. Mike, el recepcionista, nos dijo que viniéramos aquí.

-¡Perfecto! Más alumnos. –Dijo eufórica. –Yo soy Melinda, pero podéis llamarme Mel. Subid aquí, por favor. –Nos indicó señalando el pequeño escenario. –Chicas, estes serán vuestros futuros compañeros. –Nos indicó señalando al pequeño grupo de unas cinco personas allí. Estas aplaudieron, algunos haciendo el tonto. –Sentaos por favor en uno de los asientos. Ahora pasaré lista, luego hablaremos un poco de la programación del curso para explicarle a las dos alumnas nuevas y listo. Os dejaré el tiempo que sobre para poder conversar o hacer lo que queráis.

-Perdona, Mel. –Interrumpió Alex. –Nosotras, los horarios, ¿dónde los miramos?

-En el hall, donde está Mike, hay un tablero. Allí están los horarios de todas las clases que hay. Vosotras tenéis que mirar las clases de Grado 1.

-Gracias. –Finalizó Alex.

-Bueno, ahora pasaré lista. Holly Anniston, Ariana Devlin, Alexandra Fernández, Harriet Mallette, Luke Phillips, Mark Vent y Thomas Wyle. –A cada persona que decía, cada uno emitía un “presente” o un “sí”. Me fijé en cada uno. Holly, pelo ligeramente azulado, que caía en ondas hasta sus hombros, ojos celestes y labios rosados, y Ariana, pelo castaño, que caía liso hasta sus hombros, ojos azules y labios finos curvados en una pequeña sonrisa, parecían de nuestra edad. En cambio, Luke, pelo corto rubio peinado en punta, ojos marrones y robusto, Mark, parecido a Luke solo que su pelo cambiaba la tonalidad a una más oscura y sus ojos son de color negro como la noche, y Thomas, pelo liso, con el mismo peinado que Liam Payne lucía en The X Factor, y ojos marrones verdosos, aparentaban unos años más que nosotras.

Melinda comenzó a explicarnos sobre qué haríamos en la Tech Music School. A parte de preparar nuestras voces, conseguir tonalidades mejores y resultados mejorados, participaríamos todo el grupo en una actuación junto a las demás clases “mostrando” nuestro talento. A parte de enseñar nuestras voces y talentos, también podríamos obtener un trabajo, ya que algunos productores de música e incluso cantantes famosos estarían en el acto.

-Bueno chicos, queda una media hora para la siguiente clase. Os la dejo libre. Os recomendaría ir al hall a mirar vuestros horarios, chicas. –Nos aconsejó Mel a mí y a Alex. –Ariana, Holly, ¿acompañaríais al hall a las chicas, por favor?

-Claro Mel. –Contestó con una sonrisa Ariana. Recogimos nuestras respectivas pertenencias para recorrer los pasillos de la Tech.

-¿De dónde venís? –Nos preguntó Holly.

-Yo desde Dallas, Texas.

-Y yo desde Ottawa, Canadá.

-Vaya, eso sí que es lejos. Yo desde Cambridge, y Holly desde Oxford. ¿Cuántos años tenéis? –Preguntó Ariana esta vez. –Perdón por el interrogatorio, pero es que necesitamos conoceros. –Reímos.

-Yo dieciocho. –Contesté primera.

-Y yo diecinueve. ¿Vosotras, chicas?

-Diecisiete las dos.

-Mira Harriet, ya no eres la más pequeña.

-¡Aleluya!



Narra Nicole.

Me desperté más temprano de lo habitual. ¿Razón? Ni idea. Era raro en mí, ya que era una amante del dormir. Como Alex y Abie aún no estaban levantadas, decidí entretenerme preparando el desayuno para todas. Cogí unos seis cruasanes, repartí en tres platos dos para cada una y preparé una taza de café para mí. Comencé a escuchar ruidos en la planta de arriba, por lo que decidí preparar otro café para mi compañera de piso. Minutos después, una adormilada Alex apareció por la puerta de la cocina.

-¿Para mí? –Preguntó mirando con duda los cruasanes y el café.

-Sí. ¿Ves que buena soy a veces? –Empecé a pestañear rápido, poniendo mi mejor cara de niña inocente.

-¿Quieres algo a cambio o solo es una muestra de cariño mañanera? –Preguntó de nuevo riendo.

-Nada de eso, es que no daba dormido, y como me aburría te preparé el desayuno. –Admití.

-¿Tengo que darte las gracias? –Soltó una carcajada mientras empezaba a comer el cruasán.

-Claro.

-Ah, pues entonces gracias. –Dijo seca, pero a los diez segundos empezamos a reír.

Después de recoger todo, mientras Alex se ponía el abrigo y se despedía de mí con la mano, y de Abie, la cual bajaba por las escaleras con una pinta de zombie que no podía con ella, me dirigí a mi habitación para empezar a vestirme.

-Buenos días dormilona. Tu desayuno te espera en la cocina. –Le dije a Abie cuando me crucé con ella por las escaleras después de darle un pequeño beso en la mejilla.

-Gracias.

Al entrar en mi cuarto, recoger todo un poco, hacer la cama y cepillarme el pelo, me vestí con una sudadera blanca con el escudo de mi equipo de fútbol de Milán en el centro, unos leggins negros y mis converse blancas ya gastadas. Cogí mi móvil y bajé de nuevo a la cocina.

-¿Y esa pinta de zombie que tienes tú hoy? –Le pregunté a Abie suprimiendo una risa.

-¡Anda! Si la otra se ha levantado graciosilla.

-Tonta, sabes que es broma. Si te das prisa, me acompañas a hacer los recados todos. Tenemos que hacer la compra y hacer una larga parada en Oxford Street. Necesito una larga sesión de compras antes de que empiece en la academia. –Alargué la “a” de “larga” mientras hacía muecas con mi cara.

-Lo siento Nicole, tengo que ir al mercado de Covent Garden. Los chicos me han dicho que hay un están donde se venden Polaroids originales, y hay muchísimos puestos de cuadros y vinilos. [Dato real].

-Lo sé, lo sé. En Milán tengo una de esas, me la regaló mi tía en una de sus visitas a Milán.

-¿Familia en Londres?

-Sí, Carlotta Espoletto. De ahí viene el nombre de mi hermana. En mi familia, esto de heredar nombres está muy de moda.

-Bueno, pues perdón por dejarte sola, pero ya sabes, mi deber me llama. –Asentí, mientras depositaba un beso en la mejilla de mi compañera para después salir de casa.

***
 
-¿Eleanor? –Pregunté por teléfono mientras bajaba de mi taxi, ya en Oxford Street.

-Eleanor al habla. ¿Quién?

-Soy Nicole… La… La novia de Louis… -Tartamudeé. ¿Y si no quería?

-¡Oh, Nicole! ¿Qué tal?

-Bien, bien. Bueno… Me preguntaba si te gustarían dos horas intensivas de compras por Oxford 
Street.

-¿Cómo voy a negar eso? –Soltó una risita. –Me encantaría. ¿Quedamos en el Starbucks al lado de la estación de Oxford Circus en veinte minutos?

-Aquí te espero, Eleanor.

-Llámame Els, Nicole.

-Pues, aquí te espero, Els. –Y colgué riendo.

***

-Oh Dios, mira esto. –Mi castaña amiga elevó una percha con un top de New Look blanco con pequeñas calaveras como estampado. –Te quedaría genial.

-¡Esta camiseta la tienes tú! Tuve una foto tuya y Lou de fondo de pantalla en la que salías con esta camiseta. –Señalé una camiseta de color camuflaje, con pequeñas tachuelas por los hombros.

-Sip. –Alargó la “p” del final, mientras me miraba sonriendo.-No me extraña que Louis se enamorase de ti. Eres un cielo.

-Muchas gracias Els, tú también eres una chica maravillosa. –Me sonrió, gesto que le correspondí.

***

Tras otra hora de compras por Oxford Streer, Eleanor me dejó delante de mi casa, ya que ella había venido en su coche. Le di las gracias de nuevo y, después de prometer que volveríamos a tener otra salida como esta, entré en casa.

-¡He vuelto! ¿Abie? Adivina con quién he estado. –Hablaba en voz alta, mientras dejaba las bolsas en el salón y me quitaba el abrigo. -¿Abigail Dawson? Oye, que te puedo llamar en italiano si te apetece. ¿Abigail señorita de Liam Pay… -Me callé al entrar en la cocina, al ver a tres cabelleras allí sentadas, mirándome con una sonrisa.

-Zanahoria mía. –Dijo mi novio antes de besar mis labios. -¿Con quién has estado? No soy adivino. –Sonrió.

-¿Cómo habéis entrado? –Le lancé una mirada rápida a Niall, Zayn y Louis, tratando de parecer indignada.

-Llave que se olvidó Alex en casa de Larry Stylinson. –Explicó Zayn, agitando un manojo de llaves con una gran “A” con brillantitos como llavero.

-Os puedo denunciar por allanamiento de morada. –Traté de parecer seria, pero enseguida empezamos a reír.

-Y dime, ¿con quién has estado? –Preguntó de nuevo Louis, volviéndose un poco más serio.

-Uh, Tomlinson está celoso. –Niall trató de poner voz aguda, pero lo único que consiguió fue un golpe en el hombro por parte de Louis.

-Pues… Tan, tan, tan, chán. Con la mismísima Eleanor Jane Calder. –Por la cara de Louis, Zayn, Niall y yo empezamos a reír descontroladamente. –Jesús, ni que hubiera estado con el mismísimo demonio.

-No, no, no. –Se excusó Louis rápidamente. –Es que mi exnovia y mi novia juntas, eso da… miedo. –Niall y Zayn rieron más fuerte, y yo deposité un rápido beso en sus labios.

-Tranquilo, no hablamos mucho de ti. Pero te aviso de que quedaremos muy pronto, y tú estás invitado. Las dos sabemos que te apasionan las compras.

-¿Habéis estado de compras mientras yo me encargaba de despertar a la marmota llamada Zayn Malik? Que parece un oso hibernando, no se levanta ni gritándole al oído. –Protestó él.

-¿Y Leeyum y Harold? –Pregunté riendo aún.

-Leeyum y Harold en una entrevista con la BBC. –Aclaró Niall. –Nosotros nos tomamos el día libre.

-¿Y Olive? ¿Ya está en la audición?



Narra Olive.

Las 7:00 a.m.. Me levanté de un salto de la cama, para luego entrar en el baño, darme una ducha, vestirme y recogerme el pelo en un moño algo deshecho.  Cogí la ropa de ballet junto a mis zapatillas de punta, las metí en la bolsa rápidamente y me dirigí a la habitación de Nialler. Tal y como me imaginaba, seguía durmiendo.

-It’s time to get up, in the morning. You must drive to Covent Garden with me, just with me. You’ll drive 1 mile just to go with me. So you better get up, little leprechaun. –Cantaba en susurrus, cerca de su oreja, versionando la canción “Time To Get Up”, que le cantaran Liam, Louis y Niall en la época de The X Factor, para despertar a Zayn y Harry. –SO WE GOTTA GET UP NIALLER! –Empecé a saltar encima de su cama, mientras seguía cantando y haciendo el tonto, hasta que tiró de mi tobillo y caí a su lado en la cama.

-Tranquila fiera, ya me he despertado. –Dijo aún con los ojos cerrados, riendo. –Creo que hice mal en enseñarte aquel vídeo.

-Bueno, pues tú decides. O te canto Time To Get Up o te tiro agua encima.

-Elijo la idea de poner despertador.

-Mejor. –Besé su mejilla, y después de levantarme de un salto de la cama, retiré las sábanas de su cama, dejando a la vista un Niall en bóxers con una camiseta blanca como pijama. –Pensé que el que dormía en calzoncillos era Harold.

-Yo llevo camiseta. –Se excusó.

-Mejor. –Repetí. –Si no tendré la tentación de violarte. ¡Uh, no! ¡Que tú ya eres propiedad de Harriet! –Me lanzó una mirada asesina, para luego sacarme la lengua como un niño pequeño. –Madura, Horan.

-Nunca, duendecilla pelirroja.

-Vístete pronto, prometiste llevarme a la Royal Academy, y tengo que estar allí a las nueve menos cuarto. Son las ocho. ¡Rápido Niall James Horan Gallagher!

***

-Relájate Olive, todo saldrá genial. Harás las pruebas perfectamente, ya verás. No he visto a nadie bailar mejor que tú ballet.

-Nialler, tú nunca has ido a una actuación del Lago de Los Cisnes, ¿no?

-Um… No. –Suspiré.

-Deséame suerte.

-Rómpete una pierna. –Y cerré la puerta.

Al entrar en el hall, un largo pasillo se extendía delante de mí, con fotografías a los lados de 
bailarines famosos que pasaron por la escuela. A mi izquierda, se encontraba una pequeña tienda de regalos temáticos de la academia.

-Bienvenida, señorita. ¿Usted es Olive Louise O’Connor?

-Sí, vengo por las –Me interrumpió.

-Las audiciones. Sí. La esperábamos, solo falta usted y una chica más. Por favor, entre por esa puerta, y a su derecha verá cinco salas, la última será donde se audicionen, en la primera y la segunda son los vestuarios y en la cuarta podrá calentar. Mucha suerte. –La chica, más o menos de unos 25 años, me abrió una puerta a la derecha del mostrador.

Al acabar de cambiar mis pantalones vaqueros por las mallas y mis converse por las zapatillas de puntas, me dirigí a la zona de calentamiento. Entrar allí me sorprendió mucho, la verdad. Unas cincuenta chicas, notablemente más preparadas que yo, ensayaban pasos complicados junto una barra de madera, al lado del espejo. ¿Y pensabas, Olive, que tenías posibilidades? Ni en sueños, monada.

Cuarenta minutos después, quedábamos aún veinticinco chicas en la sala. Alguna de las que ya entraban, salían llorando, o con la cabeza baja, o simplemente serias. Solo dos o tres salían con una sonrisa en la cara. ¿Pero si no daban los resultados hasta dentro de dos días, qué tan contentas salen?

-Olive Louise O’Connor. –Llamó una de las profesoras de la Royal.

Entré en la sala detrás de la profesora. Una sala enorme, con el suelo de parqué y una mesa en una de las esquinas, en la que se encontraban dos profesores y tres profesoras de la Royal. Según rumores, uno de los dos profesores era el más duro y el que ponía las cualificaciones más bajas.

Allá vamos Olive. Ánimo. 







PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN.
Lo siento por tardar tanto en subir :C Casi no toqué el ordenador estos días, y no tuve tiempo de continuar el capítulo. :S También lo siento porque este capítulo sea tan mierda, ya que no pasa nada interesante, pero prometo que vendrán cosas con más drama en breve JAJAJAJA 
Perdón, de nuevo, por hacer este capítulo en dos partes. La siguiente parte la subiré cuanto antes, pero prometo que antes del domingo estará terminada :3

Os quiero muchísimo a todas, gracias por leer mi fanfic, sin vosotras no continuaría más de 3 capítulos :")

P.D.: Sarai, mi testamento en el epílogo de HWGA estará cuanto antes, ¡perdón por el retraso! Jajaja

Love ya, Lex. xx

4 comentarios:

  1. POR FIIIIIN!!!!'
    No digas que es mierda porque es mentira y no digas eso.
    Bueno que me ha encantado este capitulo como todos y que sigaa asi porque se esta poniendo muy muy interesante.
    Love u xxx Lex
    -Pau :3

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    1. Graaaaaacias Pau :DD Espero subir antes del viernes :) Estos días no tengo mucho tiempo, sorry D:

      Love ya, Lex. xx

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  2. ¡Si que es interesante! ¡Yo quiero saber como le va a Olive en sus audiciones! :)
    Echaba de menos leer tu fic, debo admitir y ajhfvbdhjgvs ha sido un capítulo tan chachi como los demás. Me ha matado la manera de despertar a Nialler, he cantado en alto y todo (sí, mi familia me miraba raro)
    En fin, nada más. Espero que subas prontito y bla, bla, bla, todas esas cositas que se suelen decir.

    P.D.: No importa que el testamento llegue con retraso.

    Love you. <3

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  3. Ey ey ey ey, me ha dicho pauly que dejabas tu novela, eh pues no! Que me encanta! Es una de mis favoritas! Asi que bitch sigue la novela.


    PD: Soy Aitana jajaja, por cierto escribo una novela, aqui el link: willbeyoungforever-fic.com

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